La economía cae de forma ''más sostenida'', según el Banco de España

Alto pero más contenido. Es la definición que podría darse al ritmo de caída de la economía española en el segundo trimestre del año, un -4% interanual; pero sólo un descenso del 0,9% intertrimestral, frente al 1,9 y al 1% de los dos trimestres anteriores.

Los datos, difundidos por el último Boletín Económico del Banco de España, dejan entrever, según el organismo regulador, una cierta ralentización del descenso de la actividad y del ajuste del mercado laboral, que desemboca en un ritmo de caída ''más contenido'', aunque continúe la tendencia a la baja.

Si la contabilidad nacional, que se conocerá el próximo 27 de agosto, confirma estos datos, se trataría de la cuarta caída del PIB en tasa intertrimestral, después de hacerlo el 0,2% en el tercer trimestre de 2008, el 1% en el cuarto y el 1,9% en el primero de este año, y del tercer descenso en tasa interanual tras el 0,7% y el 3% de los dos trimestres anteriores.

Un entorno ''menos severo''
La ligera mejora de los 'números rojos' se debe, según el Banco de España, a un entorno por ''cierta normalización'' de los mercados financieros y unas condiciones externas ''menos severas''.

Así, en este segundo trimestre el sector exterior aumentó ligeramente su contribución al Producto Interior Bruto (PIB), hasta 2,4 puntos, debido al descenso de las exportaciones -por la debilidad del comercio mundial- y de las importaciones -en consonancia con la caída de consumo y de la inversión-.

Esta situación ha permitido detener las continuas revisiones a la baja en las previsiones de la economía mundial, aunque, advierte el Banco de España, no ha cambiado el diagnóstico sobre la duración de la recesión, que se prevé muy prolongada con una salida muy gradual.

En todo caso, el motivo que provoca una nueva contracción de la economía española sigue siendo, principalmente, la caída del 6% de la demanda nacional, tanto del consumo como de la inversión.

Los hogares notan el paro... y las prestaciones
Dentro de la demanda, el consumo los hogares sigue cayendo debido, principalmente, al  deterioro del empleo, que se redujo el 6,8% en el último año mermando las rentas salariales de las familias.

No obstante, el Banco de España destaca que el deterioro del mercado laboral se va ralentizando con caídas cada vez menos pronunciadas.

Además, las menores rentas familiares por la caída del empleo se vieron compensadas por los menores pagos de impuestos y las mayores prestaciones sociales recibidas, así como por la recuperación de los índices bursátiles que incrementaron la riqueza financiera.

De esta forma, el organismo supervisor espera un aumento de la tasa de ahorro de los hogares, después de haber aumentado el primer trimestre hasta el 14,1% de la renta disponible.

Más déficit público, menos inversión
Frente al retroceso de la demanda interna privada, las Administraciones Públicas han incrementado de forma notable el gasto hasta junio.

Sin embargo, la caída continuada de la recaudación tributaria llevó una vez más al Gobierno a elevar el déficit público, por lo que el Banco de España exige ''una ejecución presupuestaria muy estricta y la adopción de medidas ambiciosas'' para volver cuanto antes a la senda de la estabilidad presupuestaria.

En cuanto al otro componente de la demanda interna, la inversión, intensificó su retroceso en el capítulo de equipos, mientras la inversión en construcción moderó su ritmo de caída a pesar de mantener tasas muy negativas.

También la actividad de los distintos sectores registró entre abril y junio una notable reducción, aunque de forma dispar, ya que mientras la construcción registró un retroceso algo menor, la de los servicios fue más acusada.

Punto de inflexión
Ya en el conjunto del área euro, el Banco de España destaca el deteriroro de la economía entre abril y junio, ''aunque a un ritmo significativamente más contenido que en los dos trimestres anteriores''.

Estos datos, junto con las señales de estabilización de los mercados financieros y la mejora de la confianza podría indicar que se ha alcanzado un punto de inflexión en la ''intensa recesión'' que comenzó en el segundo trimestre de 2008, lo que podría generar tasas positivas de crecimiento a lo largo de 2010.

Respecto al entorno exterior del euro indica que en el segundo trimestre los mercados financieros internacionales continuaron la recuperación iniciada en marzo, especialmente en el caso de la economía china. Además, que los indicadores macroeconómicos moderaron la aguda caída de los dos trimestres anteriores.

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