Suky vuelve a casa después de un año

Suky, una perra de unos cinco años de edad y raza indeterminada, decidió volver a la casa de la familia que la crió, en el municipio lucense de Cospeito, después de más de un año de ausencia. Lo más curioso es que el animal se extravió en A Coruña, a donde se la había llevado una nieta del propietario, Benjamín Parga, por lo que tuvo que recorrer más de 100 kilómetros para regresar a su domicilio original, en el barrio de O Pacio, en la parroquia de Muimenta.

La perra encontró una familia casi por casualidad. Cuando apenas tenía semanas de vida, un grupo de cazadores localizó una camada con cuatro cachorros en medio del monte, entre los que se encontraba Suky, que fue adoptada por Benjamín Parga y su nieta Mayte.

Su primer año de vida transcurrió en el domicilio familiar de Muimenta, pero cuando la nieta de Benjamín y su pareja se fueron a vivir al municipio de A Coruña, decidieron llevarse a Suky con ellos, por lo que la perra se mudó a una casa en la urbanización Breogán, en el lugar de Feáns.

Varias desapariciones
Al poco tiempo de llegar a la urbanización herculina, el inquieto animal les dio el primer susto a sus propietarios. Desapareció durante varios días, pero una familia coruñesa, que había encontrado y acogido a la perra en su casa al pensar que estaba perdida, se la devolvió a sus dueños, después de llevarla al veterinario y comprobar que tenía el microchip de identificación.

A pesar de que la nieta de Benjamín y su pareja la trataban con mucho cariño y de que tenía una finca de casi 1.000 metros cuadrados para correr, Suky no acababa de adaptarse a su nueva vida en A Coruña y, cuando tuvo ocasión, desapareció de nuevo, hace más de un año, y no regresó. Después de buscarla durante semanas por las inmediaciones de la casa y de meses de ausencia, la familia dio por muerto al animal.

Sin embargo, hace aproximadamente una semana, una perra empezó a merodear por la casa de la familia en Muimenta. No se acercaba demasiado, por lo que ni Benjamín, ni su hija María José o su yerno Hermes llegaron a verla, y los vecinos del lugar, después de tanto tiempo de ausencia, no acertaron a reconocerla.

La vuelta a casa
Fue el sábado por la mañana cuando María José la vio y, casi por un presentimiento, la llamó por su nombre. La perra no dudó en acercarse a la casa y, al ver a sus propietarios, comenzó a hacerles gestos de cariño a todos, especialmente a Benjamín.

Aunque en principio llegaron a dudar de que fuese realmente el mismo animal que se había perdido en A Coruña hacía más de un año, la actitud de los otros perros de la casa, que apenas ladraron al verla, acabó por convencer a sus propietarios de que Suky había vuelto. Además, para no dejar lugar a dudas, la llevaron al veterinario y comprobaron que portaba su mismo microchip de identificación.

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