La costera del bonito acaba un mes y medio antes de lo previsto

La mayoría de los barcos que participaban este año en la costera del bonito la dieron por finalizada mes y medio antes de la fecha prevista, a finales de octubre, por la escasez del túnido, pues, a pesar de los altos precios que alcanza, no es rentable la faena en aguas próximas a Irlanda.

El gerente de Absa, Miguel Neira, recuerda que la campaña estaba siendo "aceptable" hasta mediados de agosto, con un volumen de capturas elevado y buenos precios en lonja. Las razones de la escasez del bonito no están claras, aunque señala que se desplazó más al norte, donde son frecuentes los temporales y se dificultan las labores de pesca.

La situación de este año "no es normal", dice Neira, ya que agosto y septiembre solían ser buenos meses en cuanto a capturas. Lo habitual en las costeras es que en agosto se descarguen una media de 500.000 kilos, cuando este año fueron 299.000, mientras que septiembre y octubre dejan normalmente unos dos millones de euros de volumen de negocio, con descargas superiores a los 600.000 kilos en total, pero "este año las cantidades son de risa, ya que en septiembre llevarmos 10.000 o 15.000 kilos".

Este "remate anticipado" echa al traste las expectativas del sector, que inició la campaña con muy buenas cifras. El único dato positivo de este balance prematuro es el precio que alcanzó el bonito, que tuvo una media de cuatro euros, pero que en momentos puntuales superó los seis euros de media, e incluso hubo un armador que lo vendió a nueve euros.

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