60.000 litros de leche al suelo por un precio digno

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Ganaderos gallegos de unas 300 explotaciones han vertido este miércoles 60.000 litros de leche en una finca de Santiago de Compostela, una iniciativa organizada por el Sindicato Labrego Galego (SLG) en apoyo a las protestas en varios países europeos para conseguir precios que cubran costes de producción.

Ganaderos de las comarcas de A Estrada, Arzúa, Ordes, Xallas y Costa da Morte derramaron al mediodía la leche en un campo ubicado en Berdía, en la parroquia compostelana de Nemenzo, y por lo tanto dejaron de entregarla a las industrias, entre ellas Leche Río, Feiraco, Reny Picot, Pascual y Clesa.

La secretaria general del SLG, Carme Freire, justificó esta iniciativa porque pese al acuerdo alcanzado en julio en el sector lácteo los precios del litro de leche siguen sin subir e ''incluso bajaron''.

Entre otros puntos, el acuerdo entre el Ministerio de Medio Rural, productores, industrias y gran distribución recoge que las industrias y los ganaderos fijarán obligatoriamente el precio pactado entre las partes y en el contrato deberá figurar la declaración temporal del acuerdo y las cantidades vinculadas por el mismo.

Continuarán las protestas
Freire resaltó que, con esta acción, Galicia se suma a las movilizaciones que los ganaderos de nueve países europeos realizan desde el pasado 10 de septiembre para exigir un alza en los precios que cubra los costes de producción, así como una modificación de la política láctea que garantice el control de la producción a partir de 2015.

''Aquí no se puede seguir tomándonos el pelo y tiene que haber medidas políticas'', afirmó la sindicalista. El vertido de leche, que se extenderá a partir de este jueves a otras comarcas gallegas, no sólo ha sido secundado por explotaciones afiliadas al SLG, sino también por otras que no lo están, tal y como explicó Freire.

A este respecto, criticó que otros sindicatos agrarios, como Unións Agrarias o Xóvenes Agricultores, no respalden la protesta y pidan a los ganaderos que esperen un mes más para cobrar ''el precio francés'', establecido en 24 céntimos y no en 31 como precio de referencia y aspiración en el acuerdo del sector, precisó.

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