El concejal de protección de la comunidad de Lugo, José Rábade, cargó ayer contra los once agentes que el 4 de octubre —día en que la Policía Local reforzaba su operativo por el inicio de las fiestas— anunciaron su baja médica por enfermedad. «Os cidadáns non merecen que determinados funcionarios pretendan facelos reféns dos seus caprichos», apostilló Rábade, quien detalló que siete de los policías permanecen en esa situación por un periodo de siete días y otros tres no presentaron aún el justificante correspondiente.
El edil señaló que se suprimieron varios turnos de trabajo, al igual que se hizo en 2009 en estas fechas, así como los días de asuntos propios o las horas sindicales atendiendo a las necesidades del servicio. Añadió que entonces un sindicato recurrió esta medida ante los tribunales, que «logo deron a razón ao Concello», dijo. Además, puso como ejemplo que un representante de CSIF usó horas sindicales —algunas en horario nocturno— para coger 15 días libres entre dos quincenas de verano en las que pidió vacaciones.
Por su parte, el portavoz del BNG, Xosé Anxo Lage, calificó ayer de «folga encuberta» las bajas de estos agentes y planteó aplicar la legislación para evitar que se repitan situaciones de este tipo.
