Anuncia el Evangelio a través de internet. Predica la palabra de Dios a golpe de click en un momento de «creciente laicismo» y hace uso de las nuevas tecnologías porque permiten llegar las «palabras de vida de Jesús» a más gente y a sus hogares, «donde pueden leer tranquilamente en libertad lo que les interesa y tomar una decisión sin que se sientan incómodos».
Ángel Fernández Vidal llegó a Meira en el año 2006. De padres gallegos y prejubilado de una empresa de autobuses, este catalán decidió hace menos de un año abrir su rincón en internet, www.tuangel.es, para mostrar los caminos de la fe en el mundo virtual. «Aunque solo una persona conozca al Señor por medio de este sitio, habrá valido la pena», dice, mientras asegura que el éxito de la página no lo mide por las visitas si no porque los que entren lo hagan para seguir a Jesús.
Es un predicador, un «sacerdote», o como él mismo se define, «una persona salvada que siguiendo el mandato de Jesús anuncia el mensaje glorioso de la salvación para que otros puedan entregar sus vidas a su creador». Lo hace a través de su página, donde da consejos, incluye testimonios, lecturas o incluso teléfonos de Dios, como él llama a determinados versículos de la Biblia, así como temas «candentes», tales como su rechazo al aborto, considerado «pecado», la pena de muerte o el suicidio, la necesidad de «desaprender» el homosexualismo con la ayuda de Dios o críticas al nudismo y a «besarse con pasión en público».
«Al que sabe que Dios no existe no se le puede convencer, porque a Dios sólo lo encuentra quien lo busca», dice, mientras asegura que «en conciencia y después de examinar las Escrituras durante años» se siente más identificado con la Iglesia Evangélica, así como con la idea de que el Papa no es «el sumo pontífice, ni el sucesor de Pedro, ni el vicario de Cristo», porque «ningún ser humano es infalible y sólo Cristo es la cabeza de la iglesia, así como el único mediador entre Dios y todos los hombres».
Apunta que, como dice la Biblia, en «los últimos tiempos los hombres buscarán más sus deleites que a Dios», lo que «estamos viviendo ahora», dice, y subraya que para el ser humano «hace falta más fe para no creer en Dios que para creer en Él», por eso invita a la gente a visitar su página, la que, por sorpresa, comenta, «recibe visitas de muchos países» y seguidores con los que contacta a través del correo electrónico o el teléfono.
