Opinión

Cobrar en latas

PROPONER PAGAR CON latas de conserva parte del salario, nunca más de un 30%, a trabajadores de las fábricas de conserva son ganas de buscar titulares y aportar temas para columnistas y tertulianos. A salarios de 648,60 euros no se les puede reducir efectivo con latas de conserva. Alguien ha confundido los pagos en especie en coches de gran cilindrada para consejeros y altos ejecutivos con la lata de sardinas. ¿No se les ocurrió un tetrabrik de tinto como acompañante?

La foto del candidato. El relato político es un desierto de ideas. Se comprueba al oír candidatos. No hace falta llegar al esperpento de la foto de desnudo integral, una rosa como protección púdica y un ideario que se resume en no tener cuenta en Suiza.¿Qué ocupará la cabeza? Quienes captan a personajes así no les sugieren leer unos conceptos fundamentales del materialismo histórico, a lo Marta Harnecker, o incluso el pensamiento de Marx en la versión del jesuita Jean-Yves Calvez. Por el lado de la competencia tampoco organizan seminarios sobre la sociedad abierta y sus enemigos o contra corriente y la historia de las ideas, para que así se pueda tomar un barniz de Popper y de Berlin, por ejemplo. Desde el centroderecha pasaron del laboratorio de ideas de la Faes de Aznar, como Sistema fue una gran revista cuando las ideas eran importantes para sembrar socialdemocracia. A los inquebrantables no se les dan cursos, como hacían las fundaciones alemanas del SPD y la CDU para preparar la España del posfranquismo. A los "nuestros" se les adoctrinan con ‘tweets’ y con prontuarios de pocas líneas en e-mail que remite el aparato para contestar a los medios o sembrar la tertulia del café. Así no sorprende que alguno no vea la línea que avisa de la payasada de la foto o que el núcleo argumental de una campaña sea una instrumentación demagógica. Claro que hasta Marta Harnecker acabó escribiendo sobre Hugo Chávez.

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