Opinión

Relevo en la Diputación

EL SOCIALISTA Darío Campos asume la presidencia de la Diputación de Lugo en lo que este jueves fue continuación, si se quiere ver así, de un pleno fallido el pasado mes de junio. Aquella sesión situó a la popular Elena Candia en la presidencia, aunque no figuraba en el orden del día de las previsiones. La Diputación de Lugo vuelve a una fórmula de gobierno bipartito entre PSOE y BNG. Funcionó sin contenciosos mayores en el ejercicio del poder durante el mandato anterior, con José Ramón Gómez Besteiro, ahora secretario general del PSdeG, al frente. Al PP únicamente le queda en Galicia el bastón de mando provincial de Baltar en Ourense. Es la consecuencia de los resultados cosechados por los populares en las elecciones locales. El clima político provincial está en Lugo enrarecido desde aquella sesión fallida de junio. El ejercicio de oposición socialista frente a la popular Candia y las denuncias de esta sobre la gestión del mandato anterior son buena muestra de ese mal ambiente. La judicialización de la política es, casi siempre, la expresión de que falla el ejercicio de la misma. La política española y la política gallega están en estos momentos sobradas de presencia en los juzgados. Y esto, con independencia de que la ley está obviamente para cumplirse y máxime, si cabe, por quienes tienen la responsabilidad de la gestión pública. Restaurar un clima de normalidad, que no supone la renuncia al ejercicio del papel de cada parte en el gobierno y en la oposición pudiera ser una tarea conjunta para las tres formaciones presentes en la Diputación. Y la mejor aportación que se puede demandar del gobierno provincial será que la gestión de los recursos, ciertamente importantes, de que dispone o a los que tiene acceso la Diputación contribuyan a crear bases sostenibles de generación de riqueza y empleo en la provincia de Lugo.

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