Opinión

Corruptos e incompetentes

BIEN PUDIERA parecer que entre corruptos e incompetentes existe la misma concomitancia que la que se confiere al tocino y a la velocidad, pero no por lo que parece en todos los casos. En política, por ejemplo, no debiera sorprender que se les compare para graduar la responsabilidad de unos y otros a la hora de administrar los bienes públicos, partiendo, eso sí, de que ambas especímenes son rechazables por razones obvias; no merecen que nadie se los lleve a su casa ni que se les palmee. Pero el escritor y ensayista Luis Racionero llega a precisar diferencias económicas en una crítica más furibunda que amable a la alcaldesa de Barcelona Ada Colau. Afirma el intelectual catalán que "el problema de nuestros políticos no es tanto que sean corruptos como que sean incompetentes. Un corrupto roba lo que se pueda llevar en maletas; un incompetente, como Zapatero, causa una crisis de miles de millones perdidos y otra incompetente como Chacón crea la burbuja inmobiliaria siendo ministra de la Vivienda. Mucho más caro que la corrupción". En cualquier caso, y por lo que se está viendo, abundan tanto los unos como los otros.

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