EL PODER de convocatoria de Panorama y París de Noia no deja de sorprender. Allí a donde van, cientos de fans corean sus canciones, agitan las banderas que reparten entre el público y bailan hasta altas horas al ritmo que les marcan. Tal es el éxito que acumularon en los últimos años que son otras las agrupaciones que siguiendo su estela apuestan por una puesta en escena muy parecida. Y también van sumando adeptos. Con ellas llegó el fenómeno fan a las orquestas e incluso hay gente que se pasa el verano de verbena en verbena siguiendo a su formación de cabecera. Pero, frente a este nuevo fenómeno fan están los que prefieren las verbenas de siempre. Que en lugar de los espectáculos sobre el escenario con luces, acrobacias y la última tecnología en iluminación y sonido, que convierten la música en espectáculo, prefieren el pasodoble y la rumba de toda la vida sin ningún otro condimento.
Por suerte para unos y otros, las verbenas en verano es lo que no falta. Grandes o pequeñas, las modernas o las de toda la vida. Para unos y para otros los meses de julio y agosto se convierten en un mapa festivo donde elegir la fiesta a gusto de cada uno.
