TODO INDICA que la investidura de Mariano Rajoy no es posible. No suma apoyos. Si la explicación fuese la existencia de una alternativa real, posible, del candidato socialista, es tiempo ya de trasladarla a la opinión pública. Si se tratase de una negativa al candidato popular, al señor Rajoy, debería conocerse igualmente. Como deberían ser públicos los pasos dados -si la hubo- en la negociación y los puntos reales que imposibilitan un mínimo acuerdo. La opinión pública debe conocer qué ha hecho cada partido para impedir que la salida sea una nueva convocatoria electoral. Deben explicarse públicamente más allá de argumentarios de partido que vomitan ante los micrófonos. De la ausencia de información, cabe deducir que no se ha trabajado en serio y que solo hubo lo que hemos visto: intercambio de mensajes y presiones por los medios, lo cual equivale a una solemne tomadura de pelo. La explicación que ayer dio el portavoz del PNV, después de entrevistarse con el Rey, se compartan o no sus razones es suficientemente clara: no hubo negociación alguna, hay una gran distancia que pide cambio de actitudes y tiempo por la política "recentralizadora" practicada por el Gobierno de Rajoy, y el PNV expresa disposición a entenderse con el PSOE. No debería ser difícil que con concreción se explicasen todos, enpezando por el PP y el PSOE. Explicación, no consignas.
Guerra
No es inseguridad como se repite: el mundo está en guerra. La afirmación es del Papa ayer, en el avión, con los periodistas. Debería ser norma ya la unidad de los dirigentes democráticos europeos que impida fracturas políticas frente al terrorismo, como las rentabilidades que parece buscar Sarkozy en Francia, y no ceder a las llamadas de respuestas radicales y populistas.
