Opinión

Prudencia

LA MUERTE reciente de una senadora, que se encontraba investigada en un caso de presunta corrupción, sirvió para que algunos políticos invitasen a la reflexión sobre presunción de inocencia, penas de telediario y linchamientos mediáticos. Sirvió incluso para calificar de "hienas" a los medios. Con el mismo derecho de toda persona al honor, a la vista de las informaciones sobre detenciones por presunto terrorismo yihadista en Galicia, e inmediata puesta en libertad , y la contundencia de las imágenes de las operaciones en los medios, no será excesivo pedir a los responsables políticos prudencia en la comunicación en cuestiones de seguridad. ¿Tenía que haber sido noticia en el momento que se hizo público el trabajo policial de esa operación en Vimianzo? ¿No podía esperar al momento judicial para hacerse pública? Hay razones para una doble reflexión: prudencia para no alarmar a la ciudadanía por la urgencia de los políticos en vender gestión. Y por las personas. Incluso en la lucha contra el terrorismo yihadista.

Otra víctima

François Hollande es el primer presidente de la V República que no intenta un segundo mandato. Batió también el récord de impopularidad de un presidente en Francia. Esto, después de Sarkozy, al que mandaron a casa hasta los suyos. Hollande renuncia "por lucidez": su derrota en unas primarias socialistas se pronosticaba clara y su capacidad de continuar en el Elíseo era nula. Carole Barjon, editorialista en L’Obs, lo explica: optó por la decisión menos mala sobre todo para él. A Hollande puede vérsele como otro mandatario más, víctima de la crisis. Caído por no reaccionar ante un momento grave y peligroso: ahí está el crecimiento del fascismo en Europa. Cuando llegó al Elíseo, el socialismo español lo presentó como la muesta de que había una alternativa a la austeridad. No deja señal. Ni en Europa. Su referencia a Delors fueron palabras.

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