Opinión

‘Patria’ sin armas

COMPROBADO que no hay contrapartidas políticas por la entrega de las armas y con la presión policial de Francia y España que neutralizó todas los gestos previstos de proporcionar el arsenal, Eta anuncia que el próximo día 8 de abril prevé completar su desarme. Hay una novedad en la comunicación que puede mostrar la debilidad de la banda terrorista: ni hubo vídeo con encapuchados ni comunicado por escrito con proclamas patrióticas y revolucionarias de cierre. Aunque esté suficientemente publicitada, comentada y aconsejada, es este un buen pretexto para ir a la lectura de ‘Patria’, la novela de Fernando Aramburu que presenta sin censuras el drama vasco -más que la ‘cuestión’- desde todos los ángulos, desde todas las partes afectadas e implicadas. Está la miseria y la simpleza política, social e intelectual que mueve y condiciona la violencia, que decreta la muerte ciudadana y la muerte física. Está la responsabilidad de quien bendice el mito. Euskadi necesita para normalizarse el abrazo público y no huidizo de la madre del asesino y de la esposa del asesinado.

Alonso Montero

El profesor Xesús Alonso Montero se despidió ayer, con su equipo directivo, como presidente de la Real Academia Galega. Entre esos nombres de la dirección pudiera estar la sucesión. El balance de Alonso Montero deja una alta presencia de la institución en la sociedad gallega, fruto del esfuerzo personal de quien mantuvo una intensa agenda. Esa imagen próxima y amable de la Real Academia Galega es parte necesaria en el proceso pendiente de normalización y dignificación del idioma propio en la vida social del país. La persona que suceda a Alonso Montero, y el equipo que lo acompañe, tienen retos importantes en materia de trabajo propio de la institución pero debería continuar esa presencia pública, próxima y amable, que practicó el profesor Alonso Montero.

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