Opinión

Adelante y atrás

HACE UNOS días me quedé sin un espejo retrovisor en el coche. El del lado derecho. Un señor aparcó algo metido en la carretera y abrió la puerta justo cuando yo pasaba. Él va a notar el despiste en la próxima póliza del seguro. Yo la sufrí hasta que me pusieron el nuevo. Lo primero que pensé fue en cómo pudo ser que durante décadas condujésemos sin el espejo retrovisor de ese lado. Seguramente millones de mujeres pensaron lo mismo cuando Manuel Jalón inventó la fregona y de un día para otro las rodillas de las clases media y baja pasaron a ser interesantes e infinidad de fisioterapeutas quedaron en paro ante la caída de los problemas de espalda. La humanidad arrojó luz sobre problemas geniales que ni tan siquiera sabíamos que teníamos. Otras veces mostró su lado más genuino y generó el problema acorde a una solución que nadie sabía qué hacer con ella, como la respuesta a una pregunta que nadie formuló: ¿De verdad necesitamos un cortador de melones? ¿Qué paso adelante exactamente supuso la invención de la laca? ¿En qué estaba pensando el diseñador del balón de rugby? Me tranquilizó recuperar mi espejo retrovisor. Me permite ver el futuro justo antes de que me adelante.

Comentarios