Opinión

Ordenar el monte

HAY un auténtico caos de especies, no todas espontáneas ni muchos menos, y maleza en demasiadas masas forestales. Se siguen haciendo plantaciones indiscriminadas en cualquier terreno. No hay limpieza en los límites de muchas fincas abandonadas. Son algunas causas que se pueden enumerar para pedir que cuando se afronte la renovación del actual Plan Forestal se incluya la ordenación de las plaantaciones en el territorio. Hay, además, una razón económica para los productores forestales, la extensión del monocultivo de eucalipto que se está produciendo en Galicia conducirá inevitablemente a corto plazo a un problema de exceso de oferta y de bajada de precios. Hay que situar también el problema de los incendios forestales dentro de ese caos existente, que supone fincas abandonadas y sin limpieza, auténticas amenazas al lado de explotacioens perfectamente plantadas y cuidadas. Claro que es más rentable en política clientelar demandar más personal en la acción contra los incendios que plantear propuestas de ordenación y racionalización forestal y del monte en Galicia. Esa presencia de pequeñas, o no tan pequeñas fincas, cubiertas de maleza y con mezcla de plantación de pino y eucalipto, y algún roble espontáneo que pueda resistir, es la expresión de la necesidad de aplicar políticas que obliguen a cambiar. Solo desde el acuerdo suprapartidario será posible por los costes de oposición que encontrará en la vida local. Si la actual titular de Medio Rural está dispuesta a afrontar el problema -es ya un problema y no en términos de ecologismo fundamentalista- de la plantación de eucalipto en Galicia, debe encontrar la colaboración, al menos, de las organizaciones agrarias. Pretender trasladar a la competencia municipal la ordenación de plantaciones de especies -decidir el eucalipto- equivaldría una vez más a no llevar adelante medidas modernizadoras y transformadoras económicamente del país por la cesión de los aparatos de partido ante las presiones de sus politicos locales.

Comentarios