Opinión

Que pase el siguiente

Lara Méndez arranca su tercer curso político en el Concello con nuevos rivales enfrente

LA ALCALDESA de Lugo sufre en estos inicios del nuevo curso político municipal, el tercero desde que se hizo sorpresivamente con el bastón de mando, las secuelas propias de un traspiés durante la época de relajo estival. Sin embargo, su salud política parece inalterable habida cuenta de que empieza septiembre con las dos portavocías que más dolores de cabeza le dieron en este tiempo renovadas. Con un perfecto conocedor del Concello y de las debilidades de los socialistas como era Jaime Castiñeira fuera de combate y sin el férreo marcaje del siempre vigilante Santiago Fernández Rocha, a Lara Méndez le toca ahora entonar a los grupos de PP y Lugonovo aquello de "que pase el siguiente", consciente de que será difícil que los nuevos se lo pongan más difícil que los anteriores.

Los populares, con un nuevo portavoz tratando de ganar puntos por si suena la flauta y acaba siendo candidato a la alcaldía, han optado de momento por no ponerle escollos a la regidora al facilitarle en un pleno de circunstancias convocado en pleno agosto la modificación de crédito necesaria para acometer alguna obra en este año casi perdido por falta de presupuestos. De hecho, la única voz discrepante en esa sesión acabó siendo la de Ciudadanos, que trató de sacar los colores a gobierno y funcionarios por las 31 modificaciones en los expedientes que aseguran que se hicieron irregularmente y que amenazan con llevar a la Fiscalía.

Claro que ahora mismo la principal incógnita de esta polémica es la de saber hasta dónde llegará el intento de poner en jaque la legalidad del proceder del gobierno local por parte de un grupo municipal cuya portavoz es hermana del jefe de la asesoría jurídica del Concello y nombrado por ese mismo ejecutivo.

Mientras, la inquietud de la alcaldesa en torno a los problemas que le pueden generar los otros dos grupos de la corporación parece circunscribirse, en el caso del BNG, al estacional interés por contar con una zona pública de baño en el Miño y por eliminar casi por completo el tráfico en una ciudad ya acostumbrada a las marchas lentas. En el caso del unipersonal grupo de Ace-EU, los azotes seguramente seguirán lanzándose por el lado urbanístico, siendo fácilmente esquivables por la regidora para que acaben siendo estampados, como siempre, en el trasero de su antecesor.

Así las cosas, el nuevo curso político se antoja tan anodino como el anterior y más si cabe teniendo en cuenta que hay menos proyectos de obras que llevar a cabo, mientras que los de gran envergadura previstos en el plan Muramiñae difícilmente podrán arrancar antes del próximo verano.

Eso sí, las polémicas habituales como el conflicto con el personal cada vez más enquistado a cuenta de la paralizada RPT, la caducidad de los contratos de servicios o las herencias judiciales por los fallidos proyectos de O Garañón o la fábrica de la luz seguirán pasando por estas páginas, no sin dejar la sensación de que algo huele a podrido en el Concello.

Franco vuelve al pleno
La anterior corporación lucense retiró a Franco en el último pleno del mandato a co Franco el título de alcalde honorario. El BNG quiere ahora que la familia del dictador sea declarada en Lugo como non grata por impedir la apertura al público del Pazo de Meirás, un edificio histórico que si la Fundación Franco quiere convertir en santuario hasta podría organizar visitas teatralizadas recreando aquellos nodos estivales.

Comisión de O Garañón
La alcaldesa convocará en breve a la comisión de O Garañón para informar de los pasos que pretende tras las sentencias que ilegalizan las polémicas torres. Se estudiará la tramitación de dos expedientes de reposición de legalidad por la anulación del proyecto de urbanización y de la licencia de obra, mientras que el cambio del PXOM en esta zona deberá esperar a que la firmeza de la sentencia se publique en el DOG.

A la espera del nuevo bus
Los lucenses siguen esperando por la reforma del sistema de transporte público, que Lara Méndez aseguró que se pondría en marcha a lo largo del verano. "Estanse ultimando os detalles da campaña de difusión e publicidade que levará acompañado, e para a cal se tiveron que buscar vías de financiamento debido a que os orzamentos están prorrogados", alegan desde el Concello para justificar el retraso.

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