VISTO LO visto, menos mal que queda Portugal. Somos muchos los enamorados del país vecino, por sus gentes, su cultura, su comida, sus playas, por su belleza en general y, además, por su cercanía. Aún así, todavía queda quien mira a los portugueses por encima del hombro, con un halo de superioridad. Sea como sea, no sorprende que el informe anual de InterNations le sitúe como el país con mayor calidad de vida de Europa, y quinto en el ranking mundial. Ya se sabe lo que son y cómo se fabrican algunas estimaciones, pero es a tener en cuenta, en este caso, que el sondeo se realizó con 13.000 consultados de 166 nacionalidades. «Este país es una piedra preciosa escondida a la vista de todos», dijo uno de los opinantes. Todo son elogios a la actitud positiva de los portugueses, como indican algunos porcentajes. El 92% de los participantes en el estudio valoran a la población lusa como «amigable», el 94% de ellos se sienten bienvenidos y el 89% de las personas hablan de que su adaptación a la vida en Lisboa, Oporto, el Algarve o Madeira resultó muy fácil. Y no pasan la vida enredándose con maquinaciones absurdas, que enrarecen el ambiente. Tomemos nota.
