Opinión

Cuestión de gestión

DEL RELATO DE LA actualidad de la jornada en Lugo hay una par de noticias que piden un foco de atención. Son dos cuestiones de gestión. La lectura que de las mismas se haga, probablemente difiera radicalmente según el color partidista con el que se miren. En cualquier caso, parecen tareas inevitables para el inicio del nuevo curso político, que pide un paso más acelerado. La existencia de 35 contratos de servicios municipales caducados, que lógicamente generan reparos a la hora de los pagos, y esa posición de cola en Galicia y España que, según denunciaron los populares locales ayer, le atribuye Hacienda a los pagos en la capital lucense, aparecen como tareas a resolver. Habrá causas externas e internas que expliquen esta situación. Pero superar los obstáculos en la gestión, sobre todo pasado el ecuador de un mandato, es prioridad en la tarea política, máxime en la vida local.

Investigar
Hay luz verde a la comisión sobre Angrois en el Congreso. Después de todos los obstáculos que hubo para crearla, ha de ser de investigación y no una hoguera de purificación –linchamiento político podría decirse– de nadie.

Silencios y riesgos
No es el momento de críticas a la gestión de la respuesta al desafío secesionista en Cataluña ni de reparto de responsabilidades. Tiempo habrá. La responsabilidad exige también pedir que la firmeza y las respuestas, que pudieron haber tardado en producirse, no lleven ahora a excesos contrarios. Prohibir y perseguir la propaganda de una ilegalidad es una cosa. Prohibir la información sobre ese acontecer es censura o situación de excepción. Y no se justifica, aunque los otros censuren, persigan y acosen.

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