ES INNEGABLE que el plástico aportó y aporta un alto rango de funcionalidad en el impulso de la vida diaria, pero es tanto el desechado sin ningún control, que su acumulación y la imposibilidad de deshacerse de él, es una de las peores pesadillas para los científicos y ambientalistas, en un altísimo porcentaje por la falta de compromiso de la gente a la hora de reciclarlos correctamente. Un nuevo estudio de Orb Media muestra que el 83 por ciento del agua potable está contaminada con partículas de plástico. Otro estudio de la ONU revela que, en la sal marina que se vende en el Reino Unido, Francia, España, China y Estados Unidos, hay micro partículas de plásticos. Por eso algunos expertos sostienen que acabarán siendo la perdición de la humanidad. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente calcula que más de ocho millones de toneladas de plásticos terminan en el mar cada año, lo que equivale a arrojar un camión entero de este tipo de desperdicios cada minuto. Es más, prevén que en la próxima década los océanos tendrán alrededor de un kilogramo de plástico por cada tres de pescado. O sea, acabaremos comiéndolo.
