Opinión

Cajones atascados

H AY DÍAS imposibles en que las averías se acumulan y unas entorpecen a las otras hasta que todo se bloquea. Quienes confiamos en carpetas y cajoneras propensas al atasco, lo sufrimos: si no cierras bien una gaveta, las otras tres se niegan a abrir. Modernidades. Es como si la mesa susurrase: cierra primero el asunto más importante y continúa con los otros. Pero ayer fue casi imposible pues, además, en el escritorio se superponían carpetas difíciles de cerrar, dada la trascendencia de lo que saltaba del ordenador. La que se está montando en Cataluña sucede tras cerrar en falso muchos arcones y pronostica averías gordas en la convivencia.

Desde la pequeña Costa Norte, como también nos bautizan ahora, asistimos al desastre mexicano que atrapa periódicamente a manitos y gallegos. Vivir sobre una enorme balsa de agua en el distrito federal, es como la lotería de un cajón apolillado. Ir a coger el coche para llevar a la pequeña al cole, y que la puerta del garaje no abra, como contaba desde Puebla el mindoniense Zalo García, relatando el derrumbe mortífero en el país, eso sí es un terremoto vital, aunque otros sismos parezcan enormidades.

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