LAS CRÓNICAS del fin de semana festivo en Lugo, que abren esta edición de lunes, particularmente de la tradicional jornada del Domingo das Mozas, reflejan fielmente el ambiente, la animación y los sentimientos. Todo confluyó para el brillo de este domingo festivo. Y ahí queda, lo transmite la crónica, la emoción que existió en la tradicional ofrenda floral a Rosalía Castro, con la intervención de Noemí Mazoy. Queda también el testimonio de la presencia viva de la cultura tradicional gallega en las calles de la ciudad, que distingue y singulariza este Domingo das Mozas en Lugo. El respeto y el cuidado de las tradiciones se muestra compatible y base de sólido apoyo para la positiva construcción de la transformación económica y social.
Cordura
No se escuchan donde deberían las llamadas a la cordura en Cataluña. No hay interlocutor para el diálogo. Ni la manifestación masiva de este domingo, ni la presión o toma de posición clara de organizaciones empresariales frente a la declaración de independencia, ni el ridículo de esas voces internacionales que difunde el propio Puigdemont que llaman al diálogo y condenan la violencia, como si España fuese un país en guerra del tercer mundo –qué violencia–; ni las reflexiones editoriales desde un órgano de prensa tan significativo en Cataluña como La Vanguardia –a la que zurran con fuerza en la persona de su editor desde medios político-editoriales madrileños– , "Nos jugamos el futuro de Cataluña", logran que caiga del caballo decimonónico y vea la luz de la cordura el presidente de la Generalitat –no figuraba en el guión de nadie que ocupase tal responsabilidad– y que se siente el hombre llamado a levantar un estado nuevo cuando Europa ansía profundizar en su unidad.